Un giro inesperado en el caso legal de Donald Trump podría dar un respiro al expresidente en su batalla legal. La fiscalía de Manhattan, encargada del caso Stormy Daniels, ha pedido un retraso de hasta 30 días en el juicio que estaba previsto para el 25 de marzo. Este movimiento, inesperado hasta cierto punto, sorprende en un año judicialmente agitado para Trump, que enfrenta múltiples procesos penales y civiles.
La recepción de nuevas pruebas explica la solicitud de la oficina del fiscal Alvin Bragg para que la defensa tenga tiempo de revisar las pruebas El expresidente de EE UU, Donald Trump, en Carolina del Sur. El expresidente de EE UU, Donald Trump, en Carolina del Sur.
Un giro inesperado en el caso legal de Donald Trump podría dar un respiro al expresidente en su batalla legal. La fiscalía de Manhattan, encargada del caso Stormy Daniels, ha pedido un retraso de hasta 30 días en el juicio que estaba previsto para el 25 de marzo. Este movimiento, inesperado hasta cierto punto, sorprende en un año judicialmente agitado para Trump, que enfrenta múltiples procesos penales y civiles.
La solicitud de retraso proviene de la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg. Según explican, la recepción de un nuevo lote de registros ha hecho necesario dar más tiempo a la defensa para revisar estas pruebas. Los fiscales federales, que investigaron los pagos de dinero en negro relacionados con el caso, han proporcionado recientemente esta nueva evidencia, que abarca decenas de miles de páginas.
La defensa de Trump, al enterarse de la magnitud de la nueva evidencia, solicitó inicialmente un retraso de 90 días en el juicio. Aunque esta no es la primera vez que la defensa busca retrasar los procedimientos legales, esta vez parece que podrían obtenerlo con la venia de los fiscales, quienes han propuesto un retraso de un mes.
El retraso en el caso Stormy Daniels se suma a las estrategias dilatorias que ha utilizado la defensa de Trump en sus múltiples casos legales. Esta demora podría dar un respiro al expresidente, cuya estrategia principal ha sido alargar los procesos legales tanto como sea posible.
Aunque Trump enfrenta numerosos litigios, la posibilidad de un segundo mandato podría implicar la paralización temporal de las causas penales en su contra. Sin embargo, es importante señalar que el caso de Manhattan es a nivel estatal y no federal, lo que podría tener implicaciones diferentes en comparación con sus otros casos legales.
